miércoles, 1 de abril de 2015

Iglesia Adventista adopta posición sobre las vacunas

[fotografía por cortesía de Wikimedia Commons]
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha dado a conocer una declaración oficial sobre las vacunas, diciendo que “alienta la vacunación responsable”, y que no tiene razones basadas en la fe de desalentar que los creyentes participen de programas de vacunación.

La declaración completa, que lleva el título “La vacunación”, expresa:

“La Iglesia Adventista del Séptimo Día da un fuerte énfasis a la salud y el bienestar. El énfasis adventista en la salud está basado en la revelación bíblica, los escritos inspirados de Elena G. White (una de las fundadoras de la denominación), y en las publicaciones científicas con revisión de pares. Como tal, alentamos la vacunación responsable, y no tenemos razón religiosa o que se base en la fe sino para alentar a nuestros seguidores para que participen de manera responsable de programas protectores y preventivos de vacunación. Valoramos la salud y la seguridad de la población, lo que incluye el mantenimiento de la “inmunidad colectiva”.

 “No somos la conciencia del miembro de iglesia individual, y reconocemos las decisiones individuales. Estas son las que ejerce cada persona. La decisión de no ser vacunado no es y no debería ser visto ni como el dogma ni la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”.

Fuente: http://news.adventist.org

Los adventistas orarán cien días por el Congreso de la Asociación General

La iniciativa busca un derramamiento del Espíritu Santo sobre las decisiones que se tomen en el encuentro.

         Los adventistas del séptimo día de todo el mundo pronto comenzarán a orar por el derramamiento del Espíritu Santo en el próximo Congreso de la Asociación General, como parte de un llamado a la renovación espiritual y a la preparación para la venida de Cristo.
El programa de “Cien días de oración”, que comienza el 25 de marzo, busca hacer realidad un plan que Elena G. White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, dijo que Dios no pudo lograr en la iglesia en el Congreso de la Asociación General 1901 en Battle Creek (Míchigan, Estados Unidos).
Dios había planeado llevar adelante una profunda renovación espiritual y transformar vidas cuando los asistentes se reconciliaran entre sí mediante la humildad y la confesión de pecados en ese congreso, dijo White después de despertar de una visión conocida como “Lo que pudo haber sido”.
Ese logro, sin embargo, no se hizo realidad, porque los corazones endurecidos de los participantes impidieron la unidad que Dios había procurado, expresó.

“Profundamente desilusionada, ella comprendió que el Señor podría haber regresado durante la existencia de esos miembros, pero que su pueblo no respondió a la influencia del Espíritu Santo como debería haberlo hecho”, expresó en una declaración la Asociación Ministerial de la Asociación General, que está organizando los “Cien días de oración”.

El programa “Cien días de oración” invita a los adventistas para que dediquen cada día un tiempo para orar por el derramamiento del Espíritu Santo, por los líderes de la iglesia y por las decisiones que serán tomadas en el Congreso de la Asociación General 2015, la asamblea quinquenal de la Iglesia Adventista mundial. La iniciativa de oración continuará hasta el 11 de julio, día en que culmina el congreso que se llevará a cabo en San Antonio (Texas, Estados Unidos).
Los interesados pueden apuntarse para recibir mensajes electrónicos diarios a partir del 25 de marzo de parte del sitio web de la Asociación Ministerial en la dirección 100DaysofPrayer.org. El mensaje electrónico incluirá mensajes devocionales para la vida real, una lista rotativa de nombres de líderes de la iglesia por los cuales orar, y las necesidades significativas que deben tenerse presente en oración, en preparación para el Congreso de la Asociación General 2015. Los participantes pueden registrarse como individuos, iglesias, grupos pequeños o instituciones educativas.
Jerry Page, quien dirige la Asociación Ministerial, dijo que estaba orando por un derramamiento del Espíritu Santo durante el congreso, similar al que experimentaron los discípulos de Cristo en el aposento alto en Hechos 2.

“Sabemos que se necesita tomar grandes decisions y escuchar las diversas opiniones”, dijo Page. “Estamos orando para que estas reuniones fundamentales sean un tiempo en el que Dios pueda llegar a los corazones de los individuos y, al igual que en el libro de los Hechos, encienda la pasión de compartir las buenas nuevas con todas las personas del mundo”.
A pesar de ello, la esperanza más grande que tienen los líderes de la iglesia es que el congreso de 2015 no repita la experiencia de 1901, y que Jesús pueda regresar pronto.

Fuente: http://news.adventist.org

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